viernes, 2 de enero de 2009

Estamos rodando; Toma 3


- Y... ¡Corten!. Muy bien perfecto chicos, haremos un pequeño descanso.
- Parece que no ha estado mal al fin y al cabo, ¿no?
- No nada mal, has estado fantástica, como siempre.
- Vamos no exageres, sólo era es un anuncio de cereales.
- Un anuncio de cereales en el que tienes que bailar y enseñar.
- Quico, ¿te importa?
- ¿El que Claudia?
- Que haga esto.
- No, que va para nada, de hecho me gusta que lo hagas. Además, es lo que más te gusta.
- Sí, supongo - Dijo entre tímidas risas.

Volvieron a rodar, esta vez dos escenas más, para al final decidir cual sería la que pondrían en el montaje final. Yo la continué observando, tenía que quitarme de encima a Quico si quería llegar a ella, pero... ¿como?.
Aquella noche apenas pude dormir. Me hallaba tumbado en al cama, con la mirada perdida en el techo y ya iba por el cuarto cigarrillo; mi habitación estaba repleta de un humo blanquecino, espeso y a la vez ligero que emanaba continuamente de mis pulmones con cada calada. Miré el reloj, pronto amaneceria y tenía que ir a realizar otro casting, junto con Pablo, el director, para realizar en siguiente anuncio que teníamos entre manos.

Horas más tarde me dirigí hacia el estudio; nuevamente la entrada al mismo estaba llena de jóvenes muchachas, ardientes de fama y de aspiraciones. No pudo observarlas con mucho detenimiento pues se me hacía tarde y debía reunirme enseguida en uno de los platos con Pablo, dónde ibamos a realizar los castings.

- Perdona el retraso he tenido mala noche. -Dije quitándome la chaqueta y colgandola del respaldo de mi silla.
- No importa llegas justo a tiempo.
- Deberiamos reconsiderar el contratar de nuevo a Claudia. Es guapa y toda una artista.
- Ya sabes que no me gusta comer dos veces el mismo plato. En el mundo de la publicidad hay que cambiar, no podemos centrarnos en una actriz; por muy bonitas piernas que tenga.
- Si fueran sólo las piernas...
- ¿Como dices?
- oh, nada importante. Déjalo.
- Que pase la primera.

Nunca tuvimos un casting tan pésimo y lleno de Barbies desesperadas de buscar un buen jefe al que chuparle la polla para llegar muy alto. Fué asqueroso. Finalmente, Pablo se convenció que por una vez en su vida, tal vez sería bueno repetir plato.
Doas días más tarde allí estaba ella. Vestía una camiseta de manga corta roja y un pantalón vaquero muy ceñido de color azul oscuro, tan ceñido que llegué a pensar que si la mirase desde abajo, tal vez acertaría a ver la raja de su coño claramente; pero no fué así y volví a mi trabajo, que era apuntar cada uno de los defectos que veía en su actuación, en su lenuaje corporal.
Medio sumiso en mi fantásia erótica, apareció de nuevo entre el escaso público Quico, su novio.

- Creo que no le deberíamos dejar entrar. - Murmuré-.
- ¿Porque dices eso David? A la chica le gusta que su novio merodee por aquí.
- La pone nerviosa, y eso dificulta y retrasa, primero su trabajo y después el nuestro. No quiero que se ponga cachonda mientras actúa, sería horrible ver un anuncio con un charco de flujo en el suelo.
- Tío, no seas tan gráfico. Pareces celoso.
- No lo estoy, sólo es una zorrita más de las que contraramos
- ¿Seguro?

Nunca una pregunta se me clavó tan adentro. Estaba perdiendo la cabeza por esa chica, y era un absurdo pues ni siquiera había hablado con ella. Después de quedarme un instante en silencio, con la mirada fija en Claudia mientras me clavaba el boli en la mejilla, dije en alto:

- Claudia. Ven un momento...

3 comentarios:

Pimienta dijo...

Estabas cachondo?

esta lleno de faltas de ortografía =P

eNeHy dijo...

Y que hizo? Le comió la boca?
No pasa nada por las faltas de ortografiía es lo que tiene estar cachoooondo :D

Junom dijo...

Jur ahora que lo releo que verde no? xDDDD