lunes, 29 de noviembre de 2010

En las profundidades me quedaré...

"...respiraba fuertemente; tanto que algunas veces reverberaban sus suspiros por los pasadizos. La escasa luz que se filtraba a través de las juntas de las piedras que formaban este laberinto, relucían en la brillante armadura que portaba Mina. 
Volvió a escuchar los pasos de la criatura de la que andaba escondiéndose. Tomó aire y de nuevo salió corriendo, directa a la criatura, pero en el impulso, no pensó que sus pesadas botas harían ruido y la criatura la interceptó, propinándole un golpe con su largo brazo tirándola al suelo. Aún en el suelo y limpiándose la sangre de la boca, desenvainó su espada en vano, pues la feroz masa la golpeó en su mano lanzando la espada a varios metros de ella.

-Basta... - Rezaba Mina - ¡Basta!

El pasadizo en el que se encontraba se derritió formando agua en el suelo revelando la sala en la que se había pasado todas estas horas. Era una gran sala circular, de enorme altura e iluminada por unos grandes candelabros cuyas velas mantenían viva la llama eterna, el fuego azul. Levantó la cabeza de forma perezosa, y mirando al frente sorprendida por la situación, vislumbró una figura masculina entre el haz de luz que invadía sus ojos. La figura comenzó a moverse hacia ella mientras hablaba:

- Tienes un gran potencial, Mina, lo reconozco... Pero es tu miedo el que se apodera de tu ser.
- ¿Qui...quién eres?
- Debes aprender a controlar tu miedo, tu ira, has de ser más rápida con tus estrategias y ponerte en el lugar de tus enemigos para comprender su situación,. - El eco de la misteriosa voz cada vez era más tenue y se concentraba más en el hombre que en la sala. - para saber como actuar.

El hombre yacía a la altura de Mina con el brazo extendido para ayudarla a levantarse. Observó que el guante que vestía aquel hombre, llevaba el sello de los llamados Merkoist, por lo que pensó que sería un descendiente de aquellos antiguos hombres de los que hablaban las leyendas que caminaron con Dankor, el Merko Saidim. Dudó un instante pero finalmente accedió a la ayuda prestada.

-  Mi nombre es Taulus, Taulus Claithe. Un honor haberte conocido.
-  El placer es mío, ¿Que significa esto?
- Oh, ruego nos disculpe señorita Lassan, el Clan Merkoist queríamos ponerla a prueba para verificar las habilidades que tanto han dado que hablar por las tierras del Norte. Pero como todo guerrero pecáis del fuerte valor que poseéis.
- Era una ilusión... Me ha costado mucho encontraros