domingo, 21 de diciembre de 2008

Borrachera


Estoy mareado. Sentado en la silla y me cuesta escribir. borro y borro, y cada vez me equivoco en más letras. Todo es más costoso. Pero me gusta estar así. Aunque al igual que el frío; me encanta y lo odio porque me hace decir cosas que no pienso. 


Gracias.

Ángel

martes, 16 de diciembre de 2008

Creer que tengo un cerebro, a pesar de que no lo he visto, ¿es tener fé?


Y es que a veces me hago tantas preguntas, que se me ocurren tonterias como esta. Y esto me ha dado por pensarlo porque en mi interior, siempre hay un debate continuo entre la creencia religiosa y creer en la ciencia. Por mi parte, creo más en la ciencia, porque siempre que se descubre algo nuevo se demuestra con hechos y no con milagros realizados hace más años que matusalén en "vetetúasaberqué" pueblo de Oriente.

Matusalén... me hace gracia que este nombre se haya convertido en esta expresión tan popular, que si no llega a ser por la Wikipedia en una tarde que sufrí de aburrimiento hace algunos años no me habría enterado jamás de dónde viene esta expresión. Como no soy avaricioso la compartiré con vosotros; según recuerdo, Matusalén era hijo del hijo de Noe (el del arca, el desfaenado que no tenía otra cosa que hacer, ese mismo) que se supone que vivió novecientos sesenta y nueve años, y de ahí que de tantos años que se supone que vivió este hombre salió la expresión "esto es más viejo que matusalén".


Bueno, volviendo al tema, aunque este último párrafo bien tiene que ver con la religión, nunca he llegado a entender como la gente se puede llegar a guiar, creer y hasta incluso matar, por tener fé en algo; fé ciega en algo que no se sabe ciertamente si existe o no, fé en algo que no se ha podido demostrar con nada viable hasta el día de hoy. Y es, precisamente, esta última idea, la que me ha hecho llegar a la conclusión del título de esta entrada; Creer que tengo un cerebro, ¿es tener fé? ¿o es simplente confiar en lo que nos dicen nuestros queridos cientificos? Y esto lo menciono porque tampoco puedo saber a ciencia cierta (curiosa la expresión) si todo lo que se ve por la televisión, relativo a la ciencia (que poco hay), es cierto. ¿Un retoque de imágen?, ¿Muñecos?, ¿Efectos especiales?. No lo sé, tendré que pegarme un golpe en la cabeza con alguna esquina de algún mueble, y después de perforarme el cráneo, ver cómo es. Entonces sabré si tengo cerebro o no.


A mi parecer, al fin y al cabo, tener fé en la religión o en la ciencia, es exactamente lo mismo. Y además como se ha demostrado muchas veces, no hay ciencia sin religión, ni religión sin ciencia.


Gracias.


Ángel.

lunes, 15 de diciembre de 2008

Frío


Tiemblo, siento que las manos van perdiendo agilidad...

Ahora noto como pequeñas agujas se clavan dentro de mí.

Lo odio, pero a pesar de ello, lo aguanto, ahí esta y no porque yo quiero se va a marchar. 

Por mucha ropa que lleve, me penetra hasta lo más profundo de mí.

A veces me duele la cabeza por su culpa.

La gente en esta época del año, se siente más familiar, más unida que nunca a su familia, y en realidad estan como siempre.

Frío también significa más oscuridad, más noche.

Nostalgia. Acompañada de la mano del frío; me recuerda tiempos pasados.

Hogar, calor, amor y buena compañía. También a esto me recuerda el frío.

Lo odio y me encanta.

Gracias.

Ángel

martes, 9 de diciembre de 2008

¿Qué tal una tercera entrega?


- ¿Como dices?
- Si... tio, los ví el otro día en el coche de Jacobo.
- Ya pero, son buenos amigos, muchas veces van juntos en el coche.
- Dani. Parados en la parte de atrás del Media Markt, por la noche, el sábado, mientras tu estabas haciendo el turno.
- ¿Estas seguro de que eran ellos?
- Completamente. Te lo digo como amigo, ya sabes que nunca te diría una cosa así si no fuera verdad. - Dani dió un suspiro -. ¿Estas bien?
- Sí, pero primero quiero hablar con ella. Gracias por contarmelo Carlos, lo siento... necesito pensar.
- De acuerdo tío, no te preocupes, llámame en cuanto puedas.
- Vale, un abrazo tío.
- Un abrazo Dani.

Dani se quedó con el teléfono pegado en la oreja, escuchando con la mirada perdida el tono monofrecuencia golpeando en su oido con un ritmo regular. Se le pasaron muchas cosas por la cabeza; pero la que más le insistia era una voz que le intentaba convencer de que aquelllo no podía ser verdad, Susi jamás le haría una cosa tan horrible. De repente volvío en sí y como un acto reflejo marcó rápidamente el número de Borja. Le contó lo que le había dicho Carlos, y después de un instante de silencio, Borja atrevió a preguntar:

- Y... ¿Que vas a hacer?
- Pues no lo se, quedaré con ella para hablar a ver que me dice.
- Yo ni la vería.
- Tampoco sé del todo si es cierto. Tal vez era su hermana, que ya sabemos como es.
- Bueno, tío, haz lo que creas conveniente. Tienes razón en que es mejor que lo hables con ella, aunque ten por seguro que te va a negar la mitad de las cosas que le preguntes.
- Pero al menos lo habré intentado.
- ¿Que harás si descubres que es verdad?
- Morirme.
- Venga no seas exagerado. Además en tal caso ya sabes que me tienes a mí. No tengo tetas, pero soy buena compañía ¿no? - Borja trataba de animar el ambiente.
- Sí - Contestó entre pequeñas risas - Pero Borja... Ella me importa mucho, la quiero. Es que pienso en ella y no la veo capaz de hacerme esto, pero pienso en ellos dos y ato cabos.
- No quiero ser cizañero, pero ya te lo comenté en un par de ocasiones.
- Lo sé. Bueno voy a llamarla a ver si quiere quedar esta tarde.
- Tío acuerdate de la cena.
- Sí, sí, a las diez en el Anselmo.

Nada más despedirse y colgar, Dani se dirigió al comedor. Aún no estaba preparado para llamar a Susi. La comida que ingirió hacía apenas unos minutos le estaba empezando a sentar mal. Le dolia el estómago y sentía cómo si se estuviese retorciendo cada vez más; para tratar de aliviarse, se tumbó en el sofá, boca arriba, con los ojos cerrados y respirando lentamente. Su mente emitía destellos de recuerdos y empezó a juntar hechos que le hicieron darse cuenta que lo que le había contado Carlos era verdad. Su enfado fué tal que acabo estampando el teléfono móvil contra el suelo. 
Estuvo alrededor de veinte minutos así tratando de calmarse. Finalmente se decidió por llamar a Susi, si quería verla hoy, pensó, sería mejor que la llamase cuanto antes.

- Hola cielo - Contestó Susi-.
- Hola, em... Susi necesito verte pronto, ¿que tal esta tarde a las seis cuando acabes de trabajar?
- Bueno, me viene un poco justo, recuerda que he quedado con Ana y mis amigas para ir a cenar al Pans.
- No te preocupes, estarás antes en casa.
- ¿Qué pasa Enano?
- Nada, estoy un poco cansado. Paso a recogerte al trabajo.
- No ven a casa mejor a las siete, que así estaré ya preparada. ¿Donde iremos?
- A la Salera mismo, no sé.
- Enano, ¿de verás que estas bien? Te noto raro.
- No te preocupes ya lo hablamos después. No te comas la cabeza. Te quiero.
- Y yo a ti enanito.

Las pulsaciones de su corazón se aceleraron hasta tal punto que tuvo que empezar a respirar más rápidamente para no ahogarse. Desesperado cogió el mando de la X-box y se puso a jugar un rato para ver si podía desviar su mente.

Borja, por su parte, después de colgarle a Dani, miró a Esmeralda con cara de preocupación.

- ¿Que pasa patillitas?
- Nada, tu hermana y Dani, que creo que van a acabar ya.
- ¿Porque dices eso?
- Se ha enterado de lo de Jacobo, tarde o temprano iba a salir a la luz.
- No le habrás dicho nada tú, ¿no?
- No, se lo ha soltado el Carlos. Siempre tan bocas. La verdad que me siento un poco mal jugando a ser el abogado del diablo.
- No te lo tomes así. Lo has hecho por mí.
- Ya pero se supone que es mi mejor amigo y tan siquiera sabe que estoy contigo. - El cigarro que llevaba en la boca, empezaba a despedazarse sólo-.
- Ya llegará el momento de decirselo, ahora mismo no creo que deba saberlo.
- Seguiré fingiendo como siempre.

De un salto, Borja salió de la cama, cogió los calzoncillos y sus pantalones, y mientras se vestía comento:

- Bueno, son casi las seis, mejor irme para casa para que Dani no sospeche nada, así tendré tiempo de prepararme bien las cosas.
- Como prefieras. - Dijo con voz insinuante, apartando la sábana dejando ver uno de sus enormes pechos.
- No empieces, que mal acabaremos.
- Pues eso es lo que quiero, que acabemos mal. - Le guiñó un ojo-. Patillitas.
- Odio que me llames así - Sonrió -. Enserio me tengo que ir, te llamo mañana y nos vemos.
- De acuerdo un beso.

La tarde continúo para Dani nerviosa, se aproximó la hora y se dirigió a la ducha.

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Continua en "Las segundas partes nunca fueron buenas"

Gracias.

Ángel

lunes, 8 de diciembre de 2008

Las segundas partes nunca fueron buenas.

El vapor del agua salía a pequeños tropicones de la bañera. El sonido del agua repiqueteando contra las paredes del baño se oía desde el comedor. El teléfono empezó a sonar. De un sobresalto, Dani salió de la ducha, cojió una toalla para taparse sus partes más íntimas, y temblando por el frío, corrió hacía la sala de estar, lugar dónde estaba el teléfono gritando:

- ¿Sí? - Contestó mientras jadeaba.
- Joder tío, te he dicho que no me cojas el teléfono si estas ocpado. - La voz de Borja, sarcástica sonaba a través del auricular.
- No tío, estaba en la ducha, dime, ¿que quieres?, hace frío.
- Nada, que me ha enviado un correo, la tipa esta... Noelia, la que iba con nosotros a clase, que van a hacer la cena a las nueve al final , y me han dicho que si teníamos algun problema con el cambio de hora.
- Bueno por mi no hay problema, ¿dónde quedamos?
- Pásate por mi casa a eso de las ocho, pero, ¿te encuentras con ánimos?
- Si bueno, todavía no se si los rumores son ciertos, así que no debería preocuparme todavía. Bueno te dejo, que he quedado con Susi para ir a tomar algo a la Salera y hablar del tema. Nos vemos tío.
- De acuerdo, ya nos vemos después. Ciao.

No tardo mucho en terminar de prepararse. Cogió el coche y se dirigió a casa de Susi. Al llegar, con el coche en doble fila, le hizo la típica llamada perdida para que supiese que le esperaba abajo.
Ya era de noche, y una de las farolas iluminaba levemenete el interior del vehículo. Dani sentía cómo su corazón le golpeaba fuertemente en el pecho, y como lentamente esas pulsaciones iban ascendiendo hacia el cuello. Se sentía bastante nervioso, de hecho, en el suelo, cerca de los pedales, yacían varias uñas mordidas. Diez minutos más tarde, Susi apareció por el portal del piso. Bella, reluciente como siempre, su melena morena ondeaba con cada giro de cabeza que ella hizo para cruzar la carretera; llevaba un discreto vestido de falda corta, con cuello alto, que dejaba ver cada curva de su cuerpo. Susi siempre había sido una chica delgada, de buen ver y de actitud aparentemente madura. Abrió la puerta del coche y al entrar intentó darle un beso a Dani, acto que este rechazó apartando levemente la cara.

- ¿Ocurre algo Dani?
- No, no es nada. ¿Vamos a la Salera o a algún sitio más íntimo?
- Dónde quieras, pero, enserio, ¿que pasa?
- Tú me dirás. - Dio media vuelta de llave y el coche rugió haciendo largo eco en toda la avenida Valencia.

En el camino hacia la Salera, ninguno de los dos habló. Dani andaba acostumbrado a conducir sin hablar con nadie, pues en su profesión, taxista, no solía hacer muchas amistades. Aparcaron el coche al final del párking, estaban solos, así que Dani apagó las luces y el motor, y, sin desabrocharse el cinturón, dijo:

- Quiero que me hables de Jacobo.
- ¿Jacobo? No entiendo - Dijo tartamudeando Susi.
- Si. He oido ciertas cosas que quiero que me cuentes.
- Mira, no se que habrás oido pero...
- Basta, Susi. - Cortó Dani - Cuéntame lo que pasó.
- Mira... - Dió un suspiro - Tenía pensado contartelo.
- O sea, que es verdad.
- No sabía lo que estaba haciedno iba borracha y...
- Sabías muy bien lo que estabas haciendo no me vengas con esas- Su tono cada vez era más enfadado-.
- Dani... Yo te quiero, y aquello fué un error.
- Eso no te lo niego, y de los grandes.
- Lo siento, fué un desliz.
- ¿Un desliz de cuanto? - Ahora ya casi gritaba - ¿Diez?, ¿Veinte?, ¿Cuarenta minutos?. ¿Una hora?
- Mira no creo que debamos seguir por ahí está conversación.
- Claro ahora me dirás con tus valores morales, de qué tengo que hablar y de qué no.
- Dani, yo... - Se echó a llorar -.
- No me vas a dar pena porque llores, esto lo has buscado tú, y no creo que deba seguir formando parte de tu vida.
- Pero cariño, yo te amo.
- Y una mierda.

Para entonces ya había arrancado el coche de nuevo, y se dirigió de nuevo hacia la avenida valencia, pero esta vez conduciendo de una forma bastante violenta.

- Dani para el coche, vas a hacer que tengamos un accidente. - Dijo entre sollozos Susi -. Lo siento por favor.
- ¿Ana lo sabe?
-¿Qué?
- ¿¡Que si Ana lo sabe!?
- ¡Si lo sabe! Pero lo pedí que no te dijera nada, no estaba lista para afrontarlo.
- No estabas lista para afrontar una cosa así, pero si para tirarte a ese hijo de puta. - Dijo mientras paraba el coche delante de casa de Susi.
- Te quiero. - Dijo a través de la ventanilla.
- Hasta nunca preciosa.

Por el camino a casa no dejo de lamentarse y echárse la culpa sobre todo lo que había pasado. No le apetecía volver a casa, para no dar explicaciones a sus compañeros de piso, por lo que tomó rumbo a casa de Borja, de todas formas ya casi era la hora a la que habían quedado. Borja vivía en una calle próxima al Museo de Castellón, en el Grupo Grapa. Como estaba convencido que iba a acabar pillando una fuerte borrachera aparcó el coche cerca y fué andando hasta casa de Borja.
Tocó al timbre.

- ¿Sí? - Contestó Borja.
- Soy yo tío, abre.
- Has venido pronto, espérate abajo mejor, y damos una vuelta.

En menos de dos minutos Borja ya estaba abajo, vestido con su típica chaqueta de cuero, y sus pantalones ajustados.

- Veo que no cambias el estilo de salir, ¿que hay del cambio de look que dijiste para esta semana?
- Ya llegará no te preocupes.

Caminaron un rato en silencio, comentando algunas cosas sobre la cena a la que iban a acudir, cuando se introdujeron en un callejón, que moría en el centro de Castellón, Borja hizo un alto con la mano y se sentaron en el suelo.

- Antes de llegar quiero que me cuentes lo que ha pasado con Susi.
- A cantado como una zorra.
- ¿Y cómo estas?
- Psst. Me lo esperaba, pero no deja de joderme.
- ¿Y como habéis quedado?
- La he dejado, pero no sé si para siempre. encima...

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Pronto la tercera entrega. Antes de nada, aclarar que es una historia que va hacia atrás. Gracias por leerlo.


Ángel.

jueves, 4 de diciembre de 2008

Nueva encuesta

Nueva encuesta publicada. Como siempre son una mierda; pero esta vez va sobre las navidades; ánimo, tenéis hasta después de reyes para votar. (7/01/09 a las 23:59). Atención!!! Se pueden seleccionar varias respuestas; en tal caso, se agradece comentario explicando.

Gracias!


Ángel